¿Qué es lo que hace que nos decantemos por un producto en lugar de por otro? Su marca. Elegimos aquellos productos cuyos valores y atributos se asemejan más a nosotros, aquellos que son más afines a nuestra personalidad.
De esto mismo se encarga el branding, de darle a un producto o servicio una personalidad. Se trata de captar la esencia de un producto o servicio ofreciendo una imagen atractiva y llena de significado para que nuestro cliente potencial se sienta conectado con nuestra marca.
Tabla de contenidos
Branding vs Identidad de marca
Tanto branding como identidad de marca son dos conceptos totalmente imprescindibles a la hora de definir una marca. Sin embargo, no debemos confundirlos, ya que, aunque complementarios, no se refieren exactamente a lo mismo.
- Branding: Apela a las emociones de los usuarios. Busca llegar a su receptor despertando sus sensaciones y recuerdos. Se trata de activos intangibles, lo que le viene a la mente a un usuario cuando piensa en nuestro negocio.
- Identidad de marca: Se refiere a todo lo que se ve de una marca, es decir, su identidad visual. Son los activos tangibles, como colores, fuentes o logotipos.
Para crear una marca debemos definir primero nuestros valores, objetivos, target y palabras clave, es decir, nuestro branding. Una vez tengamos todo bien definido, pasamos a crear nuestra identidad de marca, seleccionando diseños, logos y colores que sirvan para diferenciarnos de nuestra competencia.
¿Cómo evalúo el valor de mi marca?
El brand equity el resultado final del branding, el valor añadido que hemos sido capaces de otorgar a nuestra marca con respecto a la competencia. Es el conjunto de activos o pasivos que dan forma a la visibilidad de marca, asociaciones de marca y lealtad del cliente, que agregan o restan valor a un producto.
Se han elaborado diversos mecanismos para medir el valor de una marca, a continuación te traemos los 3 métodos más conocidos y sus indicadores.
Brand Asset Valuator (BAV):
Este sistema, elaborado por Young & Rubicam, grupo de comunicación internacional, mide el posicionamiento de las diferentes marcas y categorías así como su desarrollo. Se divide en 4 factores:
- Diferenciación: Analiza en qué medida se distingue de sus competidores en el mercado.
- Relevancia: Mide su importancia y atractivo.
- Estima: Evalúa la consideración y respeto hacia la marca.
- Conocimiento: Examina la comprensión que tiene el consumidor sobra la identidad de la marca o lo que esta representa.
Equitrend:
Este método fue diseñado por Total Research y consiste en un sistema de medición del brand equity que evalúa tres conceptos:
- Notoriedad: Se enfoca principalmente en la consciencia, reconocimiento y recuerdo.
- Calidad percibida: Evalúa lo que los consumidores piensan de una marca.
- Satisfacción de usuario: Comprende el valor medio de calidad que recibe la marca entre sus usuarios habituales y la interacción que éstos tienen con ella.
Interbrand:
Sistema diseñado por Interbrand, una de las mayores consultoras de marketing en el mundo. Considera 3 factores para analizar cuál es la marca más poderosa a nivel mundial:
- Análisis financiero: Mide el rendimiento financiero general de los inversores de una organización o su beneficio económico.
- Rol de la marca: Mide el papel de la marca como influencia para la elección del cliente.
- Fuerza de la marca: Se enfoca en su capacidad de generar lealtad y, por consiguiente, una demanda sostenible que asegure ganancias en el futuro.
7 pasos para el branding
Antes de posicionarnos en el mercado como marca debemos realizar un análisis exhaustivo de quiénes somos, qué queremos transmitir y cómo vamos a hacerlo. Si sigues los siguientes pasos conseguirás que tu branding se ajuste a lo que deseas que tus clientes perciban de tu marca.
1. Conocer a la competencia:
Como en cualquier negocio, antes de definir una estrategia de branding debemos saber el entorno en el que nos estamos moviendo. Estudiar a la competencia nos dará muchas pistas a la hora de trazar nuestro plan y de cómo posicionarnos en el mercado en el que queremos operar.
2. Definir nuestro buyer persona:
¿Cómo vamos a crear una buena estrategia de branding si no sabemos a quién nos dirigimos? Debemos conocer a nuestro cliente potencial, qué siente, qué necesidades tiene y cuáles son sus problemas. De lo contrario, podemos equivocarnos a la hora de definir nuestra estrategia y todo nuestro trabajo habrá sido en vano.
3. Crear una propuesta de valor:
Una vez sepamos quién es nuestra competencia y cómo actúa, llega el momento de plantearnos qué ofrecemos nosotros que no ofrezcan los demás. ¿Por qué debe elegirme mi buyer persona? Debemos pensar el motivo por el cual queremos que se nos identifique en el mercado. Puede ser por estatus, precio, originalidad o exclusividad, pero debemos tener claro nuestro brand value si queremos que nuestra marca funcione.
4. Definir nuestros objetivos:
Para la ejecución de nuestra estrategia debemos marcarnos unos objetivos de branding que sean SMART (Medibles, específicos, alcanzables, realistas y medibles en el tiempo) Para evaluar el éxito o fracaso de dichos objetivos recurriremos a KPI’s que nos ofrecerán datos de nuestro rendimiento.
5. Fijar la narración o storytelling:
Una vez que sabemos quiénes somos y qué queremos transmitir, debemos crear un discurso acorde a nuestra estrategia de branding que nos permita contar nuestra historia. El storytelling es la forma en que nos vamos a dirigir a nuestra audiencia.
6. Elegir los canales de comunicación adecuados:
Los canales de comunicación son una herramienta muy útil a la hora de comunicarnos con nuestra audiencia, sin embargo, no todos van a servirnos. Debemos estar presentes en aquellos en los que se mueva nuestro público si no queremos perder nuestro tiempo y dinero.
7. Medir los resultados:
Una vez definida toda nuestra estrategia de branding pasamos a la medición de los resultados. Para ello, haremos uso de KPI’s para saber en qué medida nos hemos acercado o alejado de nuestros objetivos.
5 Beneficios del branding para tu marca
Establecer una buena estrategia de branding aumentará el valor de tu marca y puede aportarte gran cantidad de beneficios entre los que destacamos:
1. Lealtad del cliente:
Si conseguimos combinar un buen producto con una marca atractiva, la fidelidad del cliente llegará de manera casi inmediata. El branding nos ayudará a que nuestra marca sea reconocida y a que los clientes elijan comprar nuestros productos incluso cuando no estamos realizando una campaña activa para que lo hagan.
2. Mayor confianza:
Cualquier tipo de relación debe basarse en la confianza. Que un cliente nos sea fieles supone que confíe en nosotros. Si queremos que establecer relaciones duraderas debemos implementar una buena estrategia de branding que atraiga la atención de nuestro público. La lealtad y confianza llegarán de la mano.
3. Consistencia:
Para poder triunfar en cualquier actividad es necesario trazar un buena estrategia. Con un plan de branding sólido lograremos darle consistencia a nuestra marca. Con un seguimiento de nuestros objetivos específicos, nos será mucho más sencillo identificar en qué punto del recorrido hemos fallado.
4. Ayuda a promover nuevos productos y servicios:
Un gran beneficio del branding es que ayuda a promover nuevos productos y servicios. Las personas se interesarán automáticamente porque ya están familiarizadas con una marca. Por lo tanto, si el producto o servicio se ve bueno y novedoso, una marca con un buen branding detrás de ella, ayudará a lanzarlo de manera satisfactoria.
5. Ofrece una estrategia clara para avanzar:
El hecho de tener marcado un plan de marketing resultará muy útil para asegurarnos de que estamos cumpliendo los objetivos fijados. El análisis y seguimiento de nuestros KPI’s nos aportará datos precisos de los niveles de aceptación de nuestra marca y nos permitirá hacer los ajustes necesarios para avanzar.
Por lo tanto, si queremos crecer como empresa, debemos implementar una estrategia de branding que vaya evolucionando de la mano de nuestra marca. Tenemos que comprobar que cumplimos nuestros objetivos y sobre todo, que estos estén centrados en nuestro cliente potencial que es, al fin y al cabo, el eje central de cualquier estrategia de branding.